9.4.08

Colegio Rural (Anteproyecto)


El encargo consiste en proyectar un colegio dentro del valle central de Chile (zona rural), haciéndose cargo no solo de la estructura del edificio en si, sino también del paisaje en el cual será emplazado. Este colegio esta pensado para los hijos del personal que trabaja en un fundo.

El programa contempla un colegio para 1 curso de no más de 15 alumnos, 1 baño para hombres, otro para mujeres y 1 casa para el profesor con los elementos básicos de habitabilidad.
El proyecto comienza con la búsqueda de recursos arquitectónicos dentro del concepto de la ruralidad y la poética que tiene el habitar en estos lugares: luz y sombra tamizada, materiales toscos y con
cierto desgaste, elementos que se utilizan para actividades específicas de la zona, etc.
Los elementos que se recogen para el proyecto desde un previo registro fotográfico son las alamedas de álamos que marcan los recorridos entre sectores, la dispersión de los espinos que forman explanadas controladas y el elemento circular de la Troya (espacio circular en el cual se entrena a caballos de carrera).

El proyecto se estructura con una explanada que forman los espinos que es cruzada por un recorrido formado por una alameda de álamos. El colegio en si, tiene forma circular proveniente de la Troya, se estructura en base a una loza de hormigón circular con una perforación especifica en el centro que da limites al patio interior del colegio. La loza es sostenida por pilares puestos de manera diagonal en distinta orientación soportando las cargas.

El programa se ordena en dos niveles, lo publico ( colegio) en un primer nivel y lo privado (casa del profesor) en el segundo.
Los recintos se cierran mediante “cintas” de madera las que son soportadas por diversos postes que están ubicados en los perímetros de cada recinto. La estructura de la cubierta no solo le da consistencia a la forma con su espesor, sino también da cabida al programa privado.

31.8.07

Cine, Paisaje y Arquitectura

Paisaje: se entiende por paisaje una pintura, dibujo o grabado cuyo tema principal es la representación de un aspecto de la naturaleza, o bien de un ambiente urbano.
Geografía: Terreno en un lugar determinado del planeta que aun no ha sido intervenido por el hombre.
“No es en la naturaleza de las cosas, sino en nuestra cabeza donde hay que buscar el paisaje; es una construcción que sirve a una sociedad para percibir que ya no vive directamente de la tierra”
-Lucius Burkhardt-

He comprobado, mediante experiencia personal y perceptual, que el concepto de paisaje está algo confuso y que es bastante difícil entenderlo, o tal vez no se quiere entender más allá de lo que ya se nos ha impuesto que es.
Al preguntar “¿qué es un paisaje?” encontraremos diversas respuestas, todas relacionadas a una imagen mental que tendrá la persona según alguna experiencia vivida ligada a lo que alguna vez escucho, era un “paisaje”. Quizás una vista de la cordillera al despertar, el lago con frondosos árboles y cerros en sus bordes que vio en sus vacaciones, la puesta de sol en la playa del verano, etc. Son ideas que quizás no se alejan mucho de la definición del concepto; si las analizamos se nos da a entender que paisaje es el enmarcamiento de una imagen que representa algo que tiene un sentido, que tiene una lógica, y al retener en la mente imágenes que nos quedaron de experiencias y lugares vividos, lo que hacemos es fotografiar, pintar o grabar estas lógicas en la imagen que recordaremos. Es el sentido que le daremos después lo que nos determinará si lo que guardamos en nuestra memoria es o no un paisaje.
Juega muchas veces en contra el hecho de que la mayoría de las veces se le adhiere la palabra “bonito” al concepto, “paisaje bonito”; es extraño considerar paisaje algo que esta fuera de los cánones de la estética, o por lo menos de lo que se cree entender por estética. Cualquier composición visual extraña o ajena al concepto de lo bonito (el cual no es objetivo ya que va a depender de la percepción y comprensión del individuo), quizás no seria considerada paisaje fácilmente. Es algo así como entender el concepto a través de una típica postal turística, lo cual nos limita las posibilidades de apertura en la búsqueda de nuevas imágenes concebidas por el hombre.

Este encasillamiento del concepto en lo bonito, hace de él una idea bastante poco objetiva; con esto no quiero decir que tenga que serlo, pero sí existen variables que influyen directamente en su composición y que son bastante más objetivas y determinantes que lo bonito y lo feo. Estas variables van desde un factor medioambiental, un programa asignado al lugar, el funcionamiento de la ciudad, la sociedad existente, la economía imperante, las tecnologías, etc.; es decir, la lógica de sus componentes y su totalidad.

Al concebir una nueva imagen y darle un sentido en relación a sus lógicas, estamos creando la posibilidad de un nuevo paisaje, y digo la posibilidad ya que para que éste se concrete debe ser construido, debe ser parte de un entorno artificial(construido por el hombre) o de la geografía, e inserto una vez en cualquiera de estos escenarios, éste reformará la apreciación tanto del entorno natural como de aquel construido por el hombre, desde la pequeña escala del jardín trasero de una vivienda hasta la gran escala de los espacios públicos.
Es importante tener en cuenta que la construcción de nuevos paisajes tiene consecuencias (ecológicas, históricas, sociales) que es peligroso ignorar. Una idea, el instinto de diseñar, solo puede beneficiarse de la exposición a una mezcla de disciplinas: la arquitectura fusionada con la tierra, el arte con la ciencia, el teatro con la historia y así sucesivamente. La colaboración y la experimentación desarrollan la complejidad y mejoran la comprensión que amplía el atractivo de una idea. En este sentido, es importante ampliar nuestro horizonte creativo, ya que con esto nuestros paisajes se vuelven más diversos, y aumenta la tolerancia para vivirlos, trabajar y ver las cosas de una manera diferente.
Hoy en día interpretamos el uso del espacio de una nueva manera, y somos capaces de poner nuestra atención en sitios que hace veinte años no tenían ningún valor. Esta tendencia continuará mientras exploremos cómo reparar y reutilizar las tierras dañadas de las diferentes sociedades. El hombre debe entender que ya no vive de la tierra, sino de diversos medios que son bastante mas complejos, y al ser mas complejos requieren una ocupación diferente y más amplia del territorio. La imagen que recordaremos en nuestra mente al preguntarnos por paisaje será la de nuestras vidas en este nuevo lugar, ya no sólo con geografía sino también con industrias, edificios, redes de comunicaciones etc. En la medida en que tengamos la capacidad de seguir creando imágenes en nuestra mente, ahora con estos nuevos escenarios, podremos proponer nuevos paisajes.
En el cine, por ejemplo, cada película es una larga tira de imágenes que corren a gran velocidad para conformar una secuencia de imágenes ininterrumpidas, que dan paso a la animación de éstas. Pero cada una de estas imágenes está concebida desde la mente de un director y/o un guionista, los arquitectos de un film, y están pensadas en un principio en formato de fotografía, ya que una película parte desde el concepto de una serie de imágenes inmóviles (dibujo o fotomontajes) en las cuales se inserta el concepto y espíritu de cada escena poniendo especial énfasis en las locaciones que se ocuparan para dar vida a las diferentes situaciones. Si hacemos un paralelo con la arquitectura y paisaje se podría decir que el cine es una herramienta que nos permitiría PRE-visualizar posibilidades de intervención con un contexto determinado. Es más, en la mezcla de disciplinas antes mencionada, se podría decir que se encuentra una nueva cine-arquitectura, ya que la idea de cómo un director visualiza un entorno, o de cómo se lo imagina, radica en la misma esencia del arquitecto y la búsqueda de un nuevo paisaje: ver cosas donde no son evidentes, mirar las posibilidades desde otra perspectiva, proponer nuevos ordenes, y para esto es importante entender toda nueva propuesta como una imagen mental del hombre, una fotografía artificial, para así realmente crear y no hacer analogías de imágenes ya creadas.
Si hacemos el ejercicio de tomar una película, y capturar algunas de las fotografías que en ella se dan, se comprobará que existen propuestas latentes en cada imagen del film las cuales se pueden extender a cualquier ámbito de las artes, dependiendo de la película.
Pensando en el paisaje, un excelente ejemplo sería tomar algún film de origen oriental, los que se caracterizan por tener una excelente fotografía, como por ejemplo: “El tigre y el dragón”, “Héroe” o “La casa de las dagas voladoras”, esta última, la más nueva en relación a su fecha de estreno, nos plantea una reinterpretación del entorno japonés, con sus montes, bosques, praderas e interiores. Con imágenes fuertemente relacionadas al guión, es una muestra de la capacidad de propuesta que tiene el cine como género en relación a la reinterpretación de una geografía, y las posibilidades de creación que ello conlleva.
Se puede decir que existen tres tipos de fotografías que se muestran en el transcurso de la película: una relacionada con imágenes de interiores, otras como reinterpretación e intervención de una geografía y otras en la cual la imagen nos permite interpretarla libremente e imaginar que podría llegar a ser, posibilidades de intervención.
Los interiores nos muestran esa preocupación por el espacio en relación a la cultura oriental (actos religiosos, juegos, vida diaria), el cual a diferencia de nuestra cultura occidental nos plantea el paisaje no sólo como una intervención en algún entorno o geografía determinada (espacio al aire libre), sino también en los interiores, mediante la disposición geométrica intencionada de elementos, la ornamentación de los elementos configuradores del espacio(muros, losas, pilare), el realce del suelo mediante los colores y la intervención grafica, la cuidada y dirigida luz existente en los espacios tanto artificial como natural. Incluso se podría decir que los usuarios de los espacios y su vestimenta están pensado para la armonía del paisaje en el interior de los recintos, se mimetizan y pasan a ser parte de la imagen conformada.

Las intervenciones a la geografía pasan por un realce de las condiciones ya existentes en el lugar, mediante una repetición radical y ordenada como es el ejemplo del “bosque de cañas”, el cual nos muestra un espacio vertical conformado por la esbeltez y altura de las cañas más la proximidad que existe entre ellas, además de formar un interior por el cobijo que entregan el follaje en los extremos superiores de cada caña y por el cual pasan rayos de luz que posteriormente vuelven a ser filtrados por las propias cañas para entregar una luz tenue, acorde a la geometría del espacio conformado. Es más, esta intervención nos entrega una manera de recorrer el lugar que si bien es bastante libre dentro de los parámetros de la repetición del elemento, de igual manera nos guía en el interior del espacio, tanto visual como físicamente. También se deja entrever cómo la ausencia de elementos en una lógica de repetición nos permite jerarquizar un espacio. En el caso de la imagen en la película se vacía un espacio cortando y dejando sólo una pequeña porción de la caña que pasa a ser parte de una intervención a nivel de suelo y que jerarquiza el espacio para mostrar a los dos protagonistas como centro de atención en el centro del espacio.

La geografía también es intervenida mediante el realce y contraste de colores y luces, manteniendo formal y topologicamente su estado original, sólo interviniendo con un juego de colores y contrastes visuales que conforman una imagen de pintura paisajista, agradable a la vista. Ésta, en ocasiones no sólo se compone de una sola capa, sino que también es acompañada por capas posteriores que hacen las veces de telón de fondo para la imagen.

Y por último existen imágenes que permiten una libre interpretación, quizás algo más conceptual y menos concreto que las anteriores, algo así como una composición abstracta, que nos daría posibilidades de intervención, ideas a concretizar. Fotografías que amplían nuestro horizonte de imágenes y pasan a ser procesadas por la mente, para así poder dar pie a crear nuevos paisajes.

A través del realce de colores, de propuestas formales(el bosque de cañas), de juego de luces, y tomas de excelente fotografía, esta película es una constante propuesta a la reinterpretación y uso de la geografía, en la que el hombre se adueña del espacio no sólo físicamente sino también visualmente. El proponer bosques de colores o espacios de una habitabilidad envidiable como esos bosques con esbeltos y altos árboles que cobijan cualquier acción, nos habla de que es posible crear siendo prudente y consecuente con las lógicas de un lugar, y que cuando se toman en cuenta los factores que en el entorno afectan, se crea una imagen más entendible.
Tal como Julio Berner en su época imaginó viajes a la luna o al centro de la tierra, o como Da Vinci se imaginaba volando por los aires; así mismo debemos ser capaces de ampliar nuestros horizontes para así ver cuadros en nuestra mente que van mas allá de lo que hoy en día vemos. Esto nos dará bases para crear imágenes que respondan a un contexto y que provengan directamente de nuestra mente, y no una mala copia de algo ya hecho (conducta muy recurrente hoy en día). Creaciones donde nada sobra ni falta, todo es parte de una totalidad que se retroalimenta para conformar esa imagen, una imagen que nos dice algo, una imagen mental, un constructo artificial, una creación del hombre, un nuevo paisaje.
Sergio Ahumada
arquitecto E. UNAB

6.8.07

CASA X - Una casa para muchos suelos



En el caso de estudio en Valaparaiso llamó la atención la superposición y
entrelase de franjas horizontales de condición pesada con el de franjas
compuestas de vacío , las que contienen un espacio urbano convirtiéndolo en un
interior compuesto de estratos que se cruzan dinámicamente. De esta experiencia
se extrajo la frase que da forma al modelo conceptual inicial “Estratos
Deshilachados”.
Del trabajo conceptual se extrae un esquema en planta en “X”, el que se
proyecta sobre un paralelepípedo al que se le trazó su cumbrera por la diagonal
y se le bajaron los dos vértices opuestos, luego la “X” antes trazada se proyecta
en el volumen, córtandolo y entregándole su nueva morfología.
La casa se conforma como un volumen vaciado al que sólo se le hacen
aperturas en la zona cortada por la X, sirviendo como sistema de ventilación y
de vistas.El volumen se caracteriza también por poseer un voladizo imponente,
extraido del modelo inicial, el que hace trabajar toda la estructura a disposición
de él, otorgándole una tensión entre lo gravitacional y lo leve.
Felipe Alarcón, estudiante escuela de arquitectura Pontificia Universidad Católica







30.7.07

Arte y Arquitectura - Casa Poli





INTRODUCCIÓN
El escribir sobre Casa Poli lo considero como un ejercicio que requiere bastante detención, debido a que la obra tiene implícita en si una carga intelectual muy grande y una consecuencia física de esta bastante fuerte, la cual se explica, en parte, con la publicación “89,91” que hacen los arquitectos Pezo_von Ellrichshausen sobre el proceso creativo, constructivo y de culminación[1] de la obra. Pero un análisis objetivo no aspira a quedarse con lo que los autores dicen, por lo que no debería dejar afuera los cuestionamientos que se le hacen a Casa Poli, sobre todo los siguientes tres, que son los que analizaremos: la dualidad de su programa el cual podría fácilmente tender a confundirse con “ambigüedad”; la consecuencia entre el discurso y la obra final, entendiendo la publicación “ochenta y nueve, noventa y uno” como un componente mas de la obra. También me referiré de manera muy breve a la situación que se dio en la Bienal de arquitectura 2006, en la cual esta obra participó, en donde por medio de la pagina Web de la muestra, se cuestiono la originalidad de la casa, haciendo una comparación con el trabajo realizado por SANAA (Kazuyo Sejima + Ryue Nishizawa), lo que de una u otra manera no debiera dejar de ser un elogio para PvE.

Al igual que un proyecto de arquitectura, y debido a los diversos puntos de entrada que tiene el análisis de Casa Poli es que mi estudio se ve en la necesidad de una pregunta inicial: ¿Cuál seria el proceso optimo a seguir para desmenuzar Casa Poli en los puntos que nos interesan, sin caer en el estudio de superficialidades estéticas y efectivismos funcionales?. Lo primero que debiéramos hacer es adentrarnos un poco en el corto (en tiempo) pero intenso trabajo que han hecho los arquitectos tanto en el área del arte como en la arquitectura, para así saber en que tienen y han tenido puesta la mirada los gestores de Casa Poli; luego debiéramos describir la obra tal y cual es, desde los diversos puntos de vista que ello implica: teórico, estético, funcional y programático, dejando a un lado cualquier tipo de interpretación y lectura secundaria que pudiese hacerse, simplemente una descripción. Con estas dos etapas ya cumplidas, ya tendríamos cierta carga de información para comenzar una tercera etapa que consistiría en contrastar, y así analizar la consecuencia y coherencia de Casa Poli en relación al proceso creativo de sus autores, lo que nos llevaría a entender el porque del programa o el porque de la forma. Por otra parte creo que el tener esta visión global, nos permitiría automáticamente despejar cualquier cuestionamiento sobre la originalidad de la obra, sin siquiera la necesidad de entrar a analizar la obra de SANAA.

Sin duda Casa Poli es una de las obras de las cuales más se ha hablado el último tiempo, ha sido muy alabada y quizás menos criticada, lo cual por algo será. También es innegable que su emplazamiento ya trae consigo una exquisitez para ser habitada o que su carga teórica habla mucho del estado del arte, etc. Es decir hay una serie de hechos entorno a la obra que veremos si todos convergen hacia el mismo punto, el cual debiera ser Casa Poli.

PvE
Mauricio Pezo es Magíster en Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Santiago, 1998) y Arquitecto de la Universidad del Bío-Bío (Concepción, 1999). Artista visual con especialidad en pintura e instalaciones urbanas, director del Movimiento Artistas del Sur (MAS); por su parte Sofía von Ellrichshausen es Arquitecta de la Universidad de Buenos Aires (Buenos Aires, 2002) obtuvo el Diploma de Honor de la Universidad de Buenos Aires (2002) y la Beca Fundación Mosoteguy-UBA (1998-2002).

Pezo_von Ellrichshausen Arquitectos fue fundado en Buenos Aires el año 2001 por Mauricio Pezo y Sofía von Ellrichshausen, actualmente se encuentra radicado en Concepción, al sur de Chile. Podríamos hacer el ejercicio de separar sus trabajos en dos áreas, los que corresponden a encargos convencionales de arquitectura hechos por clientes como Casa Rivo o Casa Poli, y por otra parte los auto encargos que se realizan en el ámbito de las intervenciones urbanas y que desarrollan con la ayuda de MAS, y que en un comienzo de la sociedad PvE, como era mas difícil tener clientes, fueron la manera de poner toda una energía reflexiva a funcionar y que traían encima tanto Mauricio Pezo como Sofía von Ellrichshausen[2].
No seria importante y estaría fuera de todo sentido para este estudio el comenzar a analizar cada una de las intervenciones y obras que han realizado, pero si es importante entender la relación que la oficina hace entre las instalaciones artísticas que realizan en la ciudad y los proyectos de arquitectura, lo cual nos lleva a comprender que esto es un mismo y único trabajo referido siempre a descubrir aquellas inquietudes que pueden concluir en un proyecto de arquitectura. Las exploraciones en el mundo del arte se pueden ver como la calidad critica de la obra, la autocrítica, la auto corrección ante la propia inercia de sus inquietudes. Y quizás es en este punto donde podríamos tomarnos la libertad de interpretar que ninguno de los proyectos de arquitectura convencional parte de cero, sino mas bien de la reflexión que se hace con las instalaciones o de la reflexión que se hace del trabajo de otros artistas (situación recurrente en 89,91). En este sentido el comienzo del proyecto de arquitectura como tal, es la mitad (más o menos) del proceso creativo, y en esto podríamos encontrar una coherencia tremenda en el sistema de trabajo ya que ningún proyecto de arquitectura parte de cero o de la mera invención de los arquitectos, “la autonomía no es del caso es del ejercicio”[3]; y por otra parte la excusa inicial para desarrollar el problema se da en el mundo del arte, en donde las cosas son ficticias, inventadas, donde pueden tener algo de arbitrariedad como principio, aunque no como desarrollo ni como sistema de trabajo, tampoco en cuanto a complejidad o la calidad técnica a la que pueden aspirar las propuestas. La autonomía no tiene nada que ver con la responsabilidad del resultado, y es en estas instancias donde ya se comienza a coquetear con el proyecto de arquitectura.
CASA POLI
Como se hizo referencia anteriormente en esta primera etapa en que nos adentramos a Casa Poli, se hará simplemente una descripción, no habrá juicios tampoco interpretaciones.
Lamentablemente nunca he habitado Casa Poli por lo que no podría crear mi propia descripción y es por esto que apelo a la descripción que hace Mauricio Pezo, ya que nadie mejor para mostrarnos la obra que su propio creador, aunque sea en esta solo un ejercicio mental.

“La obra está ubicada en la Península de Coliumo (550 Km. al sur de Santiago); un sector rural apenas poblado por campesinos, pescadores artesanales y un tímido turismo estival. Esta situación apartada condicionó nuestra operación de dos maneras. Por un lado, debíamos trabajar con una tecnología arcaica y una mano de obra local carente de especialización. Por otro lado, teníamos que intervenir un paisaje idílico, cuya abrumadora perfección tarde o temprano sería perturbada. Ambas condiciones nos llevaron a reparar en una práctica primitiva; levantaríamos algo por primera vez y donde nunca se había hecho. Así, y con las sanciones de Loos a cuestas, esta nueva construcción no podría ser menos que una severa figura a medio trabar entre la tierra y el mar. Una suerte de refutación de los contemporáneos discursos que diluyen la distinción entre natural y artificial.
Siempre es difícil resistir la tentación de alcanzar el borde, de sentir la caída, estando frente a un acantilado. Hay una sensación de vértigo un poco morbosa. Pero, en este caso, los estudios de mecánica de suelo nos advirtieron que sólo podríamos llegar hasta el extremo bajo de la ladera si dejábamos una huelga de gracia hacia su caída oeste. En rigor, el peso del nuevo cuerpo podría deslizar la composición arcillosa de la tierra sobre su base de granito. Además del retranqueo, esto nos obligaba a confinar la operación en una pieza compacta, de mínima ocupación de suelo, cuya composición telúrica evitara otro esfuerzo estructural que no fuera el de llevar directamente las cargas a ese suelo. Compacidad que a su vez, en virtud de la figura impropia que de cualquier modo sería una obra en relación con este fondo natural, carecería de escala y de encajes que suavizaran su dureza.
Una vez fijada esta posición, que obstruía el único sitio menos escarpado, fue necesario elevar el suelo hasta recuperar al menos dos cosas: una era la sensación de un podio natural rodeado de nada y la otra era esa lectura morbosa y en primer plano del pie del acantilado, donde revienta el mar contra las rocas. De este modo fijábamos la altura de la pieza y sustituíamos el techo por una terraza que ocupa toda su extensión horizontal.
A su vez, convertimos la base en un podio horizontal quebrado en tres plataformas que bajan en zigzag con la topografía. La triple altura del espacio de la plataforma más baja, orientado al noroeste, pretende contener la dimensión vertical del lugar, esto es; la caída, el vértigo, la gravedad. A través de este vacío interior acusábamos la experiencia aérea del acantilado, dejando entender el mar no sólo como horizonte sino también como masa y superficie.
Por lo tanto, decidimos no nombrar los recintos por sus funciones y más bien dejarlos sin nombre y sin función, como meras salas más o menos interconectadas, para luego llevar todo el programa de servicio hacia el perímetro, hacia un muro exageradamente grueso, un espesor habitable, que actuaría como fuelle.
Dentro de esta masa vaciada quedan la cocina, las circulaciones verticales, los baños, armarios y una serie de balcones interiores (que protegen las ventanas del sol y de la lluvia, hacia el norte y el oeste). Eventualmente, todos los muebles y objetos domésticos podrían guardarse dentro de este perímetro, liberando el espacio para múltiples actividades.
Además de esta organización programática debimos considerar la necesidad de muros de soporte para montar exposiciones. Esto evitó la obviedad de hacer una gran vista al mar y, en cambio, nos dio la medida para conciliar una serie de diferentes cuadros de paisaje con una cantidad variable de situaciones interiores.
Toda la obra se hizo con concreto artesanal, una masa que se arruinara naturalmente, con moldajes de madera sin tratar. Su construcción se realizó (con una pequeña betonera y cuatro carretillas) en estratos horizontales que hacían coincidir los niveles de vaciado de la mezcla con la medida de un panel de media tabla. Una vez terminada la obra gruesa, reutilizamos toda la madera maltratada de los moldajes para revestir los muros interiores y para hacer unos paneles correderos que, alternativamente, servirían tanto para cubrir el programa perimetral de servicio como para proteger las ventanas una vez que la casa se abandona.
Tomamos estas operaciones como una denuncia de un estado de cosas y como una especie de confirmación de nuestro interés por descubrir el potencial de las cosas crudas; de los bocetos que no necesitan terminarse para reparar en lo que dicen”[4].

Toda esta descripción comienza a entenderse y a tomar consistencia cuando Pezo dice: “…creemos que los proyectos son como un liquido; un fluido que continuamente se esta moviendo en busca de una estabilidad lo suficientemente rigurosa como para organizar la estructura de su propia consistencia[5]”. Por lo tanto podríamos decir que el proyecto se fue adaptando a las situaciones que se daban entorno a el, un programa que debía cumplirse, condiciones del lugar de emplazamiento, el modo de construir (quienes y como) y lo que el proceso de construcción iría arrojando. Y a pesar de que siempre hubo requerimientos que debían cumplirse por obligación, fue la manera de resolver esas obligatoriedades las que hicieron la diferencia y en donde se ve en que han tenido puesto el ojo los arquitectos y el como se han venido ejercitando previamente a Casa Poli. Creo que en ese sentido la publicación “89,91” es parte importante para no solo observar la obra, sino también para entenderla ya que muestra cada una de las influencias que hubo en la concepción intelectual de la Casa, en términos simples se podría hablar de los referentes que se ocuparon para la resolución de problemas.
Casa Poli desde un principio fue pedida como un lugar que debía alternar una casa de vacaciones con un centro cultural, con actividades de reunión, trabajo y galería de arte, una tarea que se ve no solo complicada para cualquier proyectista sino también contradictoria, ya que en una misma obra debía congeniar lo público con lo privado. En este sentido la decisión de este volumen único tan bien puesto, al momento de enfrentarlo con el programa pareciera una mala decisión, sin embargo fue muy bien resuelto. Pero aquí es donde aparece la quizás única duda que arroja el entendimiento de la casa y que no se explica ni siquiera en el libro; siendo todo lo que se proyecto tan claro y consecuente desde el referente hasta el diseño, ¿de donde nace la idea de dejar en el borde todo el “programa domestico”?, de manera simple se podría deducir que es idea de uno de los arquitectos y que la casa al estar tan bien estructuradas sus concepciones acepta esa libertad que se toma el artista y cualquier otra que hubiesen querido tomarse.
La POLI-funcionalidad creo que fue lograda, ya que satisface los requerimientos que se le pueden hacer a una casa como también a una galería de arte, pero también la casa en su posterior funcionamiento sobre todo en las residencias temporales de artistas no ha pretendido ser mas que una (única) manera de estimular el intercambio creativo, de de hacer de la cultura una POLItica[6], y es justamente en las residencias y por estos motivos cuando toma mas sentido lo de Casa Poli.
Por ultimo me referiré, casi de manera anecdótica a la situación que se dio en la página Web de la XV Bienal de arquitectura, puntualmente en el link de Casa Poli, en donde la gente podía dejar sus comentarios y en el cual se acuso a la obra de una especie de plagio de la obra de SANAA (Kazuyo Sejima + Ryue Nishizawa). Creo realmente que entendiendo en que han tenido la mirada puesta PvE desde sus inicios, no hace falta siquiera hacer la comparación porque Casa Poli es de una consecuencia que pocas obras logran en relación al trabajo de sus creadores, quizás se debe a lo jóvenes de Pezo y Ellrichshausen. Cualquier tipo de comparación con el trabajo de SANAA es igual a comparar los homófonos Habría con Abría, es decir, solo una coincidencia formal.
Sergio Ahumada Monca

Arquitecto E. -UNAB



BIBLIOGRAFIA

-“Ochenta y nueve noventa y uno”. Pezo Mauricio, von Ellrichshausen Sofia, Meissner Eduardo, Prim Rosmarie. Ediciones CASAPOLI. 1º edición.
-“Revista de arquitectura 110”. Ediciones ARQ Facultad de arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Vol. 05, “arte o arquitectura”. Mayo de2007.
-“Architectural Review”. Edición Web. Compilación año 2006.
http://www.arplus.com/home.htm.

[1] Me refiero como la culminación del proyecto, al estado final de la obra, una vez que puede ser habitada. Descripción que corresponde al capitulo llamado “91” de la publicación “89,91” sobre Casa Poli, el cual escribe Eduardo Meissner.
[2] Fuente: Sofía von Ellrichshausen en entrevista hecha por Revista 110, Vol. 05, arte o arquitectura, mayo de 2007.
[3] Fuente: Sofía von Ellrichshausen en entrevista hecha por Revista 110, Vol. 05, arte o arquitectura, mayo de 2007.
[4] Reseña realizada por Mauricio Pezo, para la presentación de Casa Poli a la XV Bienal de Arquitectura, Santiago-Chile,2006
[5] Texto del catalogo de la exposición “Ni más ni menos”, PvE arquitectos, sala Universidad del Bio-Bio, Concepción, 2004
[6] “Ochenta y nueve, Noventa y uno”, capitulo 2 “ochenta y nueve”, Pág. 07. Mauricio Pezo